cuando estamos disconforme con nuestra vida, nos regodeamos en retrasar todo lo que nos falta en vez de ver todo lo que hemos logrado

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Su contenido revela magistralmente las falencias y fallos que perjudican el sano proceso de una salud emocional óptima. Brinda las pautas ideales que ayudarán a Ud., a modificar patrones negativos y optar por ser una persona firme como un roble, y rebosante de plenitud y energía ante la vida.

 

Existen distintos momentos en que hacemos balances de nuestra vida; cuando cumplimos años, cuando enfermamos gravemente y cuando muere un ser muy allegado a nosotros.

Cuando nuestras vida no nos gustan como están, cuando no estamos en conformidad con nuestro entorno empezamos a preguntarnos que es lo que hicimos mal y pensamos que si hubiéramos tomado la decisión correcta distinta sería nuestra situación actual. Empezamos a juzgarnos a exigirnos una clarividencia que no pedimos a nadie, a maltratarnos con la culpa y el reproche como no lo haríamos con nuestro peor enemigo. De esta manera caemos en estados depresivos que nos impiden reflexionar sobre cuales son nuestro recursos para elaborar una salida favorable. Otras veces depositamos las culpas afuera convirtiéndonos en víctimas de las circunstancias externas, en esclavos de las acciones de los demás. Solemos aplacar el registro de estos estos pensamientos de desvalorización que nos incomoda con distintas adicciones más o menos aceptable socialmente; tabaquismo, alcoholismo, adicción al sexo, al trabajo, a los medicamentos, a la comida, a la televisión. Esto alivia momentáneamente nuestras aflicciones  pero deteriora la calidad de nuestro ser en el mundo. Nos desconecta de nosotros mismos y de nuestro prójimo. Nos aísla de nuestros proyectos mas vitales y de la infinita posibilidad de goce que nos proporciona el Universo: el proceso de la vida misma, el goce de estar vivo.

Puede resultar un saludable desafío para lograr nuestro bienestar salir de este esquema: Dejar de ser víctimas del destino o victimarios de nosotros mismos, dejar de erigirnos en jueces implacable de nuestros propios acto, aceptando con amor nuestras limitaciones como seres humanos así como el Universo acepta amorosamente a todas sus criaturas  tal como son, por el solo hecho de existir. Así podremos entender nuestras equivocaciones como momentos de un proceso de aprendizaje que tiene sus avances y sus retrocesos. Y podremos vernos como seres que vinimos a este mundo a aprender algo de nosotros mismos; de nuestros logros pero también de nuestras dificultades. Y de nuestros errores evaluando estos últimos con benevolencia, entendiendo que fue lo mejor que pudimos hacer  en ese momento, de acuerdo a nuestra personalidad, a nuestro entorno, y nuestras creencias.

Muchas veces tenemos éxito en muchas de algunas áreas  de nuestra vida pero lo invalidamos por lo que nos falta, por lo que no pudimos lograr. Nos puede ir muy bien laboralmente  pero como no tenemos pareja dejamos que esa carencia momentánea nos invada y nos sumergimos en esa falta sintiéndonos solos y desgraciados frente a nuestros éxitos.

Estamos viendo la parte vacía del vaso a medio llenar. Nos sumergimos en el sufrimiento, definiéndonos a partir de la carencia; perdiendo de vista que somos una persona que en este mundo tiene determinados logros de los que puede disfrutar. Debemos tomar en cuenta la parte llena del vaso, o ver la vacía con la posibilidad de llenarla y tal vez podamos aceptar que hay algunas burbujas  vacíos que son imposibles de disolver  inherentes a la condición humana.

El dolor que nos producen la pérdidas son inevitables, ineludible en el transcurso del nuestra existencia, pero sabemos que los dolores pasan, se van lavando y purificando con nuestras lágrimas.

 

                                                                                                                        

                Bibliografìa: María Emilia Martínez

                Psicóloga, Gestaltista.

                Biblioteca Santiago Severin, Valpso., 1990.

                Investigación y transcripción dactilográfica: 

                                                                   

                                                          RICARDO GONZÁLEZ                            

                             

vídeos de un gran valor educativo,para que refuerce su personalidad